Usar tu impresora 3D para crear cortadores de galletas personalizados, toppers para tartas o incluso utensilios únicos abre un mundo de posibilidades en la cocina. Pero antes de imprimir tu próximo gadget culinario, plantéate esta pregunta: ¿es seguro usar estos objetos impresos en contacto con alimentos? Si fallas aquí, podrías poner en riesgo tu salud, así que entender el proceso según la tecnología de impresión es clave.
Este artículo explica cómo abordar la creación de objetos impresos en 3D seguros para alimentos. Cubriremos:
- Por qué las impresiones 3D, especialmente con impresoras FDM, no son seguras para alimentos de forma predeterminada.
- Cómo elegir los materiales adecuados para FDM: PETG vs PLA apto para alimentos.
- Consideraciones de seguridad alimentaria en tecnologías como SLA y SLS.
- Pasos clave de impresión para mejorar la seguridad, especialmente en FDM.
- Por qué deberías aplicar un recubrimiento apto para alimentos en impresiones 3D.
- Cómo unirlo todo para crear un objeto impreso en 3D seguro.
Por qué las impresiones FDM estándar pueden ser riesgosas para los alimentos
La mayoría de impresoras 3D accesibles funcionan fundiendo filamento plástico capa por capa, lo que se conoce como modelado por deposición fundida (FDM). Este proceso conlleva ciertos retos en cuanto a seguridad alimentaria:
1. Microgrietas
Incluso en impresiones que parecen lisas, el FDM crea microespacios entre capas. Estos huecos son escondites perfectos para bacterias y son casi imposibles de limpiar del todo.
2. Composición del material
Muchos plásticos usados en FDM contienen colorantes o compuestos químicos que no han sido probados ni aprobados para contacto con alimentos.
3. Contaminación de la impresora
Partes como la boquilla de latón pueden contener trazas de plomo. Además, cambiar entre plásticos puede dejar residuos en el sistema.
➡️ En resumen: da igual la tecnología que uses, las buenas prácticas de seguridad son esenciales si hay comida de por medio.
Elegir el material adecuado para FDM: PETG y PLA apto para alimentos
El primer paso crucial en FDM es escoger bien el filamento. Las opciones más comunes para uso alimentario son PETG y ciertos tipos de PLA.
PETG (Polietileno Tereftalato Glicol)
PETG es muy recomendado para impresión de objetos relacionados con alimentos porque:
- Resistencia: Es más fuerte y menos frágil que el PLA.
- Resistencia química: Tolera bien ácidos presentes en alimentos.
- Impresión: Requiere temperaturas más altas que PLA, pero es manejable.
✅ Busca PETG con certificación de contacto alimentario, como cumplimiento con normativas de la FDA. También suele ser reciclable (#1), pero verifica localmente.
PLA (Ácido Poliláctico)
Muy popular, suele venderse como filamento de 1.75 mm en bobinas de 1 kg. Pero para uso alimentario, debe ser PLA certificado como “food grade”:
- El PLA estándar contiene aditivos que no son aptos para alimentos.
- Se ablanda a temperaturas bajas, por lo que no sirve para artículos calientes ni para lavavajillas.
ABS (Acrilonitrilo Butadieno Estireno)
Aunque el ABS se imprime rápido y bien, no es apto para alimentos porque contiene estireno. Evítalo si vas a imprimir objetos que toquen comida.
Otras tecnologías: SLA y SLS
Además del FDM, existen tecnologías como SLA (estereolitografía) y SLS (sinterizado selectivo por láser), que requieren un enfoque distinto en cuanto a seguridad.
SLA (Impresión con resina)
Usa luz UV para curar resinas líquidas. Aunque las impresiones salen muy lisas:
- Las resinas estándar son tóxicas incluso tras curarse.
- Algunas resinas biocompatibles existen (dental, médicas), pero son caras y no siempre seguras para alimentos.
- Si decides usarlas, deben sellarse con un recubrimiento alimentario certificado… y aun así, si se daña ese recubrimiento, hay riesgo.
SLS (Impresión por polvo)
Fusiona polvo (casi siempre nylon) con láser. Algunos como el Nylon PA12 pueden tener certificación alimentaria, pero:
- Las impresiones son porosas por naturaleza, y esas porosidades retienen bacterias.
- Hay que aplicar un sellador apto para alimentos para cerrar la superficie y poder limpiarla bien.
➡️ En general, lograr seguridad alimentaria con SLA y SLS es mucho más complicado que con FDM usando filamentos certificados, aunque aún exige cuidado extremo y posprocesado.
Consejos de impresión para mayor seguridad (enfocados en FDM)
Elegir el plástico correcto no es suficiente. La forma en la que imprimes también cuenta:
- Usa equipo limpio y dedicado: Boquilla de acero inoxidable (no de latón) y una ruta de filamento limpia.
- Ajusta bien los parámetros: Temperaturas y velocidades que aseguren buena adhesión de capas y menos huecos.
- Diseña simple: Evita recovecos difíciles de limpiar.
Estos pasos te acercan a una impresión segura desde el primer momento.
Por qué aplicar un recubrimiento apto para alimentos es clave (para todas las tecnologías)
Ya sea FDM, SLA o SLS, las imperfecciones de superficie siempre suponen un riesgo para la higiene. Usar un recubrimiento alimentario certificado es altamente recomendable.
- Sella la superficie: Un epoxi o resina apta suaviza las imperfecciones y crea una barrera sólida.
- Facilita la limpieza: La superficie lisa es más fácil de lavar.
- Actúa como escudo: Separa el alimento del material impreso, incluso si el plástico ya está certificado.
👉 Este paso es esencial para utensilios reutilizables o cualquier objeto que se use más de una vez.
En definitiva, se puede, pero con cuidado
Crear objetos impresos en 3D seguros para alimentos es totalmente posible, pero exige un enfoque informado y meticuloso:
- Usa materiales apropiados
Para FDM, filamentos certificados como PLA grado alimentario o PETG con cumplimiento FDA. En SLA/SLS, conoce los límites y busca materiales certificados con posprocesado obligatorio. - Imprime con cuidado
Usa partes dedicadas, como boquillas de acero inoxidable, y ajusta la configuración para reducir imperfecciones. - Sella la impresión
Aplica un recubrimiento apto para alimentos para lograr una superficie no porosa y segura.
Los objetos FDM de un solo uso podrían tener menos riesgos, pero si vas a reutilizarlos —o usas SLA/SLS— es indispensable el uso de materiales certificados y un buen sellado para minimizar riesgos.